Millones de flores de cempasúchil sobre Paseo de la Reforma
El Festival de la Llorona en Xochimilco
Desfiles de alebrijes y catrinas, la ofrenda monumental
Y el Gran Premio Internacional de la Fórmula 1 de la CDMX
Octubre y noviembre vestirán a la Ciudad de México del brillante amarillo de las flores de cempasúchil que iluminarán la ruta de aquellos que dejaron este plano directo al agasajo que les han preparado quienes fueron sus familiares y seres queridos; la imaginería ancestral mexicana de seres imposibles, en tanto, desfilará de mil formas sobre las principales avenidas de la capital mexicana, mientras que delirantes representaciones cadavéricas saldrán de sus tumbas y se unirán a la celebración de los Días de Muertos.
Una celebración milenaria muy propia de la cultura mexicana, que ha pasado de boca en boca y de generación en generación –reconocida como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Unesco-, harán que la Ciudad que lo Tiene Todo se convierta en un lugar imperdible para el turismo nacional y extranjero, ávido de experiencias llenas de autenticidad, originalidad y esplendor.
Por ejemplo, desde el pasado 6 de Octubre está en escena La Llorona, un espectáculo nocturno de luz y sonido, que narra esta historia legendaria, en el embarcadero de Cuemanco, en los canales de Xochimilco, un sitio que también es considerado patrimonio cultural de la humanidad, “la Venecia mexicana”, y cuyas representaciones se extenderán hasta los primeros días de noviembre.
A mediados del mes, el 18 de octubre, se inaugurará el Festival de las Flores de Cempasúchil, sobre la más importante vialidad de la capital mexicana: el Paseo de la Reforma. La hermosa avenida se llenará de miles de ejemplares de esta flor tradicional para iluminar el camino de los muertos. Los productores han logrado cinco millones de estas flores para la temporada, que además allí mismo se ofrecerán en venta al público.
Tres días después iniciarán los desfiles: el primero será el 21 de octubre, el Desfile de Alebrijes Monumentales, representaciones oníricas y hasta utópicas de seres que no son sino una mixtura entre lo real y lo imaginario, entre lo animal y lo humano, entre lo volador y lo pedestre o rastrero; seres multicolores de dientes y garras afilados, verdaderas esculturas de cartonería que suelen alcanzar los dos metros y medio de altura. Y a los que la imaginación dota de movimiento y temor.
Luego, el 22 de octubre, la Mega Procesión de Catrinas, calaveras surgidos de la crítica y sátira social que Don José Guadalupe Posada ejerció a principios del siglo pasado contra los poderosos como para recordarles que, al final de cuentas, toda la gente acaba siendo calavera. Desde entonces las Catrinas, representaciones de la Diosa de la Muerte, Mictecacíhuatl, se han convertido en tradición del Día de Muertos. Su procesión iniciará al pie del Ángel de la Independencia hasta llegar al Zócalo.
Y como la Ciudad que lo tiene todo también le pone la emoción del ruido, la velocidad y el movimiento, el jueves 26 octubre, se llevará a cabo la justa automovilística de la Fórmula 1, el Gran Premio Internacional de la Ciudad de México, una de las competencias más importantes de carreras profesionales de autos, a efectuarse en el autódromo Hermanos Rodríguez, la cual estará precedida de demostraciones a bordo de los bólidos por parte de la máxima figura de esta disciplina, el jalisciense Sergio Pérez.
No hay que olvidar la enorme Ofrenda Monumental, en el Zócalo capitalino, preparada con todo aquello de lo que gustaban nuestros difuntos: sus comidas, sus bebidas y su música, estará en exhibición en el corazón de la Ciudad de México del 28 de octubre al 5 noviembre, y un día antes, el 4 de noviembre, el último de los recorridos: el Gran Desfile de Día de Muertos. Carros alegóricos, música, bailarines, artistas, cientos de Catrinas, para toda la familia. Una fiesta muy mexicana que de principio a fin celebra a nuestros muertos con miles de participantes durante varios kilómetros de recorrido, el cual disfrutan cada año al menos un millón de personas, entre capitalinos y visitantes de todo el mundo que vienen a “Vivir el día de los muertos en la Ciudad de México, la ciudad que lo tiene todo”.
